El viernes de la semana pasada llegué a Sevilla después de pasar junto a mi novia y unos amigos unos días maravillosos en un lugar precioso. Las sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, tal como comenté en escritos anteriores, me encantaron.
La noche siguiente a nuestro regreso, no obstante, algo cambió. Desperté de madrugada, a eso de las cinco y media, y descubrí que junto a mí, además de mi novia, había un nuevo compañero: un zumbido dentro de mi cabeza.
De inmediato supe de qué se trataba, ya que algunos familiares y amigos padecen el mismo mal y me han comentado muchas veces lo molesto que es: acúfenos, también llamado tinnitus.
A día de hoy, una semana después de su aparición, aquí sigue conmigo. Los médicos que he consultado -mi médico de cabecera y un otorrino, estoy pendiente de ir al neurólogo- me han demostrado que, básicamente, no tienen ni idea de las causas por las que aparece ni de su tratamiento. Dicen que puede mejorar, que puede desaparecer, que no tiene por qué empeorar; me han dicho que puede deberse a muchos factores: problemas de circulación, exposición excesiva a ruidos, estrés, incluso hay gente que me ha comentado que han sufrido acúfenos relacionados con pinzamientos en las cervicales.
El caso es que, hasta ahora, sólo me ha sido prescrito un tratamiento para problemas circulatorios: Betahistina, un vasodilatador, cada ocho horas.
Lo cierto es que la intensidad del sonido no es elevada. Durante el día se enmascara con el resto de sonidos ambientales y apenas lo noto, pero por la noche es muy molesto. Llevo una semana con muchos problemas para dormir, me despierto mucho y me cuesta conciliar el sueño de nuevo, y aunque duerma no me levanto descansado.
El martes tuve que irme del trabajo porque no podía soportar el ruido y por la cefalea que me estaba provocando. El médico que me vio me ha dado un "consejo" que, teniendo en cuenta las circunstancias actuales, es difícil de llevar a cabo. Teniendo en cuenta que trabajo en un servicio de emergencias donde el ruido y el estrés, dos factores muy influyentes en la aparición de acúfenos, están a la orden del día, me ha "aconsejado" que vaya planteándome cambiar de trabajo. Así, sin más. Como si fuera tan fácil.
Ya me gustaría a mí trabajar en algo que no implique ruidos y estrés -aunque esto último es difícil de evitar en cualquier empleo-, pero no sé cómo voy a conseguirlo.
Y aquí estoy, escribiendo estas líneas junto a mi nuevo acompañante. Es tímido, apenas se pronuncia durante el día, pero de noche se hace con el mando y estoy a su merced, me deja dormir a ratos y no me permite descansar, me están saliendo ojeras y hasta ahora no hay mejoría.
Algunas personas me dicen que debo acostumbrarme a los ruidos porque tal vez no desaparezcan nunca, aunque otros son más optimistas y me dicen que puede ser de las cervicales, que me dé masajes, que evite los ruidos y el estrés un tiempo y mejoraré -es difícil con el trabajo que tengo-, que igual que apareció una noche sin motivo aparente puede desaparecer del mismo modo...
Quiero ser positivo, pensar que algún día esto pasará y volveré a oír el silencio. Siempre me ha gustado la tranquilidad, no me gustan los ruidos y no quiero estar acompañado toda la vida por ellos. En cualquier caso, sé que pase lo que pase me acostumbraré a lo que venga. Mi novia me está ayudando mucho y gracias a ella me estoy adaptando mejor. Lo que más me preocupa es el trabajo, pero tendré que buscar una solución.
Escribir me relaja y me ayuda a no pensar en los acúfenos, a marginar los ruidos y concentrarme en la escritura. Estoy dedicando estos días a relajarme, a evitar los ruidos y el maldito estrés. Durante unos días apenas he salido de casa y cuando lo he hecho ha sido para pasear y buscar tranquilidad. Ojalá pronto mejore, porque no me encuentro bien.
2 comentarios:
Mucho animo compañero y que el acuifero se marchepor donde vino pronto.
Gracias Fer, intento llevarlo lo mejor posible y quiero ser optimista y pensar que algún día, como tú dices, se marchará por donde vino.
Un abrazo.
Publicar un comentario