Al hilo de los artículos que he escrito y publicado en los últimos días sobre el Club Bilderberg (aquí) y sobre la presentación del libro Perdidos, de la periodista sevillana Cristina Martín Jiménez (aquí), hoy quiero profundizar en una teoría científica que uno de los ponentes de dicha presentación, el economista y escritor sevillano Emilio Carrillo Benito, desgranó con maestría: la Teoría del Principio Holográfico, teoría científica descrita por el Premio Nobel de Física 1999 Gerardus ´t Hooft.
Es tarea complicada transmitir dicha teoría aplicada a los entresijos del Poder y a nuestra realidad y más aún hacerlo con la brillantez que derrochó Carrillo en la charla del pasado jueves, pero confío en las notas que tomé in situ para lograr al menos que se entienda mi exposición.
Creo que es buena idea comenzar definiendo el concepto de Dinámica Consciencial. A lo largo de la vida, nuestro estado de consciencia sufre numerosas variaciones en función de nuestras experiencias vitales y de nuestro desarrollo. Cada uno de esos estados lleva asociado una vibración determinada. Quedémonos con estos dos conceptos:
Dinámica Consciencial - Frecuencia vibracional (resonancia)
Utilizaré un ejemplo para explicar lo anterior: cuando conocemos a alguien, podemos sentir sintonía o rechazo hacia esa persona, pese a no conocerla aún de nada. Eso es debido, según la teoría que estoy exponiendo, a que esa persona transmite una frecuencia vibracional que puede sintonizar o no con nuestro estado de consciencia.
Del mismo modo, cuando nos hacemos una pregunta sobre algo que afecta a nuestra vida, ante nosotros se abre un haz o abanico de opciones. Cada opción tiene una determinada vibración, y siempre elegimos aquella cuya frecuencia sintoniza con el estado de consciencia en el que nos encontramos en ese momento.
Nuestras elecciones provocan consecuencias inmediatas, pero también a corto, medio y largo plazo. Es más, nuestras elecciones interactúan con las de los demás. Todos creamos situaciones, tomamos infinidad de decisiones, atraemos aquellas opciones que sintonizan con nuestro estado consciencial y rechazamos aquellas cuya frecuencia vibracional no es la adecuada. En este punto entra en juego la Matriz Holográfica, una inmensa red de interacciones y realidades creadas por siete mil millones de seres humanos tomando decisiones en cada momento, decisiones que en mayor o menor medida afectan a todos y cada uno de nosotros.
Imagino que os estaréis preguntando: ¿qué narices tiene que ver todo esto con el Club Bilderberg o con el libro de Cristina Martín Jiménez? Un poco de paciencia, ya estamos llegando al meollo del asunto...
Aplicando la teoría expuesta a la manipulación que ejerce el Poder sobre nosotros, quienes deseen manejarnos no tendrían más que incidir en nuestro estado de consciencia para fomentar en nosotros el estado consciencial que les interesa para llevar a cabo sus planes. ¿Cómo lo consiguen?
- Fomentando una escala de valores acorde con sus intereses: dualidad (bueno, malo), competencia desmedida, acumulación (fomento del consumismo exacerbado, del sentido de la propiedad)...
- Provocando un desequilibrio en nuestro estado de consciencia: a través del miedo, de la inseguridad. Qué mejor para ello, por ejemplo, que provocar una crisis global. Un experimento, además, para conocer nuestras reacciones y así mejorar su capacidad de manipulación...
¿Qué consiguen con esto? Quieren que nos sintamos impotentes ante los problemas, que no veamos salida y que terminemos pidiendo ayuda a los mismos que han provocado que lleguemos a esa situación de miedo e inseguridad. De esta forma aseguran su permanencia en el Poder y evitan que seamos conscientes de la realidad. Una paradoja muy actual.
Hasta aquí todo pinta mal. Expuesto el problema, no se atisba solución alguna. ¿Cómo se arregla esto? No es fácil, desde luego, pero hay un par de cosas que podemos hacer para empezar a abrir los ojos. De momento vamos a descartar la violencia...
- Tomar consciencia de lo que está pasando: todo es un teatro y todo lo que ocurre, TODO, es premeditado. Los medios de comunicación (recordemos que sus máximos dirigentes son asiduos a las reuniones del Club Bilderberg) tienen marcadas unas directrices claras (me gusta el término infoxicación): nada de noticias amables, las portadas y titulares deben estar copados por la ira, el odio, la violencia, la muerte... para fomentar en nosotros las vibraciones adecuadas para provocarnos el estado consciencial que necesita el Poder para que seamos más fáciles de manipular. No hay más que abrir un periódico o ver un telediario para que a uno se le quiten las ganas de vivir; es muy extraño encontrar alguna noticia positiva, y creedme si os digo que también las hay. Es hora de redefinir el concepto de realidad...
- No permitir que influencias externas manejen nuestra vida: hay que vivir, no sobrevivir. Esto puede ser posible siendo conscientes de que la vía no es la suma, sino la resta.
En definitiva, debemos oponernos a lo impuesto. Tomar nuestras propias decisiones, siendo conscientes de que muchos de nuestros impulsos han sido provocados. Sé que es difícil de creer, pero en el fondo todos sabemos que es real. No hay más que ahondar un poco en este pensamiento, seréis conscientes de que vuestro cerebro parece rechazar ir más allá, incómodo al hacernos preguntas que, en teoría, no deberíamos hacernos. Nuestro día a día es complicado y tenemos poco margen de maniobra, pero es importante ir desterrando el sentimiento de culpa, el miedo, la inseguridad; ser conscientes de que podemos manejar nuestra vida más de lo que creemos. Todo esto es real, aunque a menudo no seamos conscientes de ello debido a lo bien urdida que está la red, al teatro de función continua que unos pocos tienen montado y del que sólo quieren que seamos actores secundarios necesarios para que los chupópteros sigan acumulando Poder.
Podemos estar más o menos de acuerdo con la Teoría del Principio Holográfico y con todo lo expuesto en este artículo, pero no es menos cierto que no hay más que abrir los ojos y echar un vistazo a nuestro alrededor: familiares, amigos, compañeros de trabajo, desconocidos, prensa, radio, televisión, noticias con las que nos bombardean a diario... para darnos cuenta de que no estamos viviendo, sino sobreviviendo.
Creo que es hora de tomar cartas en el asunto porque, al fin y al cabo, vida sólo hay una y no pienso dejar que nadie la viva por mi.
7 comentarios:
Muchas gracias, Ismael, por esta entrada del blog.
Lo que apretadamente compartí en la presentación del libro de Cristina se puede encontrar debidamente desarrollada en los capítulos 3 y 4 del libro que escribí el pasado año titulado "Amor: Vida y Consciencia". Se puede acceder a él y descargarlo gratuitamente a través de este enlace:
http://elcieloenlatierra.wix.com/descargasyenlaces#!libros
Gracias de nuevo y cordiales
Emilio Carrillo
Somos un manojo de deseos, deseosos de llenarse de placer, de satisfacción, con el inconveniente de que estos, deseo y placer, se anulan al encontrarse.
Este es el principio que mantiene a la Mátrix o Sistema antiguo en el que hemos basado la sociedad de consumo, que requiere de más y más deseos, si no existen los inventamos, para tenernos todos en una especie de inconsciencia consumista y apartados del verdadero sentido de la vida.
Así hemos funcionado hasta Aquí, siendo huéspedes del mundo en vez de sus anfitriones, sumergidos en una consciencia egocéntrica o inconsciencia espiritual, sin saber a dónde íbamos.
Pero Ahora está surgiendo otra consciencia más refinada, la del anfitrión, la del dueño de casa, nuestro grado superior consciencial que despierta al huésped, haciéndole ver que él puede ser el anfitrión y manejar la comida y deseos de su casa, si se aparta del miedo o la vergüenza de pequeñez social.
Para lo cual es necesario restringirse, apartarse, no querer más de los mismos placeres efímeros aceptados por el Sistema vigente e ir creando otros, de naturaleza no efímera, que al ser llenados de placer, que ahora podemos llamar luz indirecta (placer elegido), elegida por nosotros, no sólo llenan el corazón que las recibe y no la mente egóica, sino que siguiendo la ley de querer más y más, lo que Ahora se requiere es más y más luz interior, que va anulando los deseos antiguos y reforzando los nuevos de unión y compartir, dejando los deseos mundanos antiguos del Sistema, reducidos al mínimo para la supervivencia y vivir en esa otra nueva Mátrix o Sistema Nuevo, en el que más que el deseo vive la intención que lo mueve, que no es otro que ser los anfitriones o creadores de nuestras vidas, ya en Libre Albedrío verdadero, decidiendo qué, cómo y con quién consumo y comparto.
Muchas gracias por tu comentario, Emilio. Fui a la presentación de "Perdidos" esperando encontrar un buen libro y mis expectativas se vieron superadas no sólo por el buen trabajo de Cristina, sino por tu magnífica introducción.
Leeré con mucho interés tu libro; estoy preparando una serie de artículos sobre los temas que se hablaron en la charla, en principio quería publicarlos en mi blog pero su extensión cada día es mayor y no sé cómo me las arreglaré, pero de alguna forma intentaré compartirlo.
Tito, muchas gracias también por tu comentario. Creo que todo se resume, a grandes rasgos, en que tenemos que vivir nuestra vida y no la que algunos quieren que vivamos.
Un abrazo a ambos.
Hola Ismael. Te escribo para agradecer, en mi nombre y el de muchos, este alerta que das. Si bien es muy probable que no lo lean ni entiendan quienes más lo necesitan, es valioso para animarnos al resto a seguir pensando y actuando de acuerdo al bien común. Yo apoyo desde Venezuela el mensaje de Emilio Carrillo, y me anima encontrar en y en otros un pensamiento traducido en acción como el que llevo años compartiendo en mi entorno. Actualmente Venezuela está destrozada como nunca en sus valores y claridad de conciencia por una política sostenida desde hace muchos años sobre la base del resentimiento. De este emergen aquí y a diario experiencias que llenan este sueño de vida de odio, separación, violencia, codicia, abuso de poder, corrupción, manipulación, privación de libertad, fomento impune del mal y otras manifestaciones oscuras. Me alegra saber que no es así en todas las otras partes del mundo. A quien sufre esta cotidianidad mal puede hablársele de que es una ilusión o un aprendizaje necesario desde el sufrimiento infligido por la inconsciencia de unos pocos que están al mando. Pero sí puede recordársele que, aunque sea un poquito, todavía continúa siendo protagonista de su propia, única y breve vida. Para esos "rescatables" mantengo los temas sobre conciencia despierta en lobigus.blogspot.com Bienvenidos a difundir también su mensaje positivo a través de ese medio, bastante leído en España, México y Argentina, menos en la propia Venezuela. Un cordial saludo.
Gracias por tu comentario, Gustavo. Es difícil ser positivo en estos tiempos que corren, pero he llegado a la conclusión de que tenemos que vivir, algo que nos enseñan a obviar.
Nos inculcan unos valores erróneos, nos hacen creer que estamos viviendo nuestra vida cuando la realidad es que vivimos la que unos pocos nos imponen.
Esta es una realidad que todos sentimos pero que estamos programados para incluirla en la "lista de preguntas incómodas que no debemos hacernos".
Creo que es hora de hacer algo, de tomar las riendas.
Un saludo.
Hola Ismael, leí con interés tu articulo y a pesar de que creo que apuntas en muchas cosas, en otras tengo una gran discrepancia. Si, en lo que ya creemos muchos, el mundo de la dualidad bueno y malo es solo una “escuela” para que aprendamos y evolucionemos a un nivel mayor de conciencia, ¿cuál es el sentido de poner a este grupo del Club Bilderberg como la encarnación de los “malos” que nos manipulan?. De verdad yo creo que lo que tu planteas no es más que otra interpretación dualista de creer que en un lado están los “buenos” y en el otro los “malos” cuestión que claramente NO es así.
Creo que si bien es cierto que el mundo se ve algo caótico y desordenado, todo indica, si sabemos leer las señales, que avanzamos a un mayor nivel de conciencia a pasos agigantados y cada vez más la clave es y será ser RESPONSABLES de la vida de cada uno, y asumir lo bueno y malo que nos pasa, no hay “culpables” reales, ni victimas “reales”, y por ello este famoso Club Bilderberg NO es la encarnación de los “malos manipuladores “del mundo.
Saludos desde Chile!
Hola Delia.
Tal vez tu teoría sea cierta, quién sabe. La verdad es que yo sí creo, por lo que he ido descubriendo, en la realidad del entramado de Poder al que se refieren Cristina y otros investigadores.
En cualquier caso, mi opinión es clara: bienvenido todo aquello que nos haga pensar y plantearnos preguntas.
El debate siempre es positivo, evita el inmovilismo y el conformismo.
Gracias por tu comentario, ¡un saludo!
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