Quienes me conocen saben que la poesía no me gusta. Con el ánimo de matizar una afirmación tan rotunda, he de decir que me gusta leer y escribir prosa y la poesía no está entre mis preferencias. A mi novia le encanta la poesía y tengo buenos amigos que la leen (y la escriben) con frecuencia; he compartido con ellos algunas conversaciones sobre el tema y por lo poco que sé, la palabra clave en todo esto es transmitir. Uno puede no tener ni pajolera idea de versos, estrofas, métrica y demás, pero a veces un poema te llega, te transmite algo, y el poeta se siente satisfecho así, sin más.
El mes pasado, mi novia asistió en la librería Birlibirlique a la presentación de un libro del poeta José Corredor-Matheos (Alcázar de San Juan, 1929). Le gustó tanto que se hizo con dos de sus libros y uno de ellos, titulado Sin ruido (Tusquets Editores, Colección Nuevos textos sagrados, Marginales 284), contiene el poema que voy a transcribir a continuación.
El caso es que mi novia me leyó este poema y no se bien por qué, me gustó. Dicen que una de las claves de la poesía es la economía del lenguaje, ser capaz de transmitir mucho con muy poco. Si esto es así, Corredor-Matheos ha dado en el clavo con este poema, al menos conmigo. Porque imagino que la poesía es así.
Os dejo con el poema en cuestión. Pese a no ser habitual en mi blog, me he propuesto publicar de vez en cuando alguno de los que, a veces, se cruzan por mi camino y me dicen algo. Que lo disfrutéis:
SI te sientes feliz,
no es que seas feliz
o no lo seas,
sino que ya no piensas
si eres feliz o no.
Sin nada que te inquiete
contemplas esta luz
suave de la tarde
y te dices: feliz,
feliz o no,
qué alegría vivir
sin importarte
lo que esto signifique.
2 comentarios:
Vaya! un converso.
Me alegro que de vez en cuando te vayan llegando estos fogonazos.
No me extraña que te haya gustado este poema, al fin y al cabo habla de vivir/sentir mucho y pensar poco. Gran objetivo!
Un abrazo.
Sabes que no soy lector de poesía. No me gusta, qué le vamos a hacer. Pero de vez en cuando un poema llega, sin hacer ruido, para quedarse.
En esas estamos; nunca le cierro la puerta a cualquier tipo de literatura que tenga cosas que decir. Este poema en concreto es así: vive, porque a veces no es malo aparcar los pensamientos, entregarse y sentir.
Gracias por tu comentario, ¡un abrazo!
Publicar un comentario