jueves, 31 de marzo de 2016

Librería Mundus Libri, Salamanca

Por diversos asuntos personales, he tenido que posponer hasta ahora la publicación del resto de artículos dedicados  a las librerías salmantinas que visité a finales del mes de febrero. Hoy traigo a mi blog el segundo de ellos, tras el que publiqué sobre la Librería anticuaria y joyería de autor La Nave.

En la misma calle Compañía, en el número 43 y en pleno centro de Salamanca, se encuentra una de esas librerías donde podría quedarme a vivir para siempre: Mundus Libri. Desde su apertura hasta marzo de 2014 estuvo situada en la calle Perdones, junto al Paseo de Carmelitas. La última vez que estuve en Salamanca aún no se encontraba en su actual emplazamiento, así que mi sorpresa fue enorme cuando llegué. Y es que el traslado le ha venido de maravilla, sin duda.
La entrada, con el portón clásico de los edificios antiguos del centro de la ciudad, recibe al visitante con el ya habitual mueble de madera con libros en oferta. En esta ocasión, dicho mueble está acompañado por una vitrina de cristal con fotografías en blanco y negro, láminas, muñecas y, cómo no, más libros.

Franqueada la puerta de entrada, hay que tomarse un minuto para asimilar la visión que se extiende ante nuestros ojos. Siempre que visito una librería de estas características sigo una especie de ritual recurrente: en primer lugar, echo un vistazo superficial a todas las estanterías. Esto me permite conocer la distribución de los libros, ordenados casi siempre por temas. También suele haber un espacio dedicado a ediciones más antiguas y revistas; en el caso que nos ocupa, Mundus Libri ofrece tal cantidad de material que es complicado abarcarlo todo.
Además de las estanterías repletas de libros, hay algunas baldas que contienen libros raros y curiosos, algunas vitrinas con ediciones de más valor, un arcón de madera con revistas al fondo del local y varias mesas con fotografías antiguas, estampas y otros objetos.

Tras el repaso inicial, si el librero no está demasiado ocupado me gusta intercambiar algunas palabras con él. La librera estaba, cómo no, ordenando varias pilas de libros. Las librerías de viejo suelen transmitir la sensación de encontrarse en un permanente estado de escrupuloso caos ordenado; en algunas incluso los libros se apilan sin ton ni son, aunque no es el caso de Mundus Libri.

Después de conversar durante unos minutos con la librera, dediqué un buen rato a recorrer cada rincón de la librería. Es imposible abarcarlo todo, pero la experiencia es un grado y parece que uno desarrolla con el paso del tiempo un sexto sentido para localizar libros interesantes. En cualquier caso, la era de internet permite consultar el catálogo completo de la librería; una herramienta de gran ayuda debido al enorme volumen de libros que contiene.
Me centré en las estanterías dedicadas a mis géneros favoritos y finalmente me decanté por el número 1 de Horizonte, una curiosa revista que dirigida por el escritor, ufólogo, traductor y submarinista catalán Antonio Ribera, publicada entre los años 1968 y 1971. Mi mujer compró un par de tarjetas ilustradas por Mena.

Como eran tres (más una) las librerías que iba a visitar a lo largo de la mañana, había decidido que compraría como máximo un libro en cada una de ellas, salvo que encontrara alguna joya que me obligara a hacer un dispendio adicional. Y no por motivos económicos, ya que en estos establecimientos se pueden conseguir buenos libros a bajo precio, sino por problemas de espacio; mi biblioteca no para de crecer…

Al igual que en La Nave, pedí permiso a la librera para hacer algunas fotografías antes de marcharme. Mi visita a la segunda librería del día tocaba a su fin. Mundus Libri, un lugar muy recomendable y cita obligada para cualquier visitante de la ciudad del Tormes.


Calle Compañía, 43.
C.P. 37002 - Salamanca (España)

Horario de apertura:
De lunes a viernes de 11 a 14'15 y de 17 a 20'15 horas
Sábados de 10'30 a 14'30 horas. Tarde del sábado y domingo por la mañana en función de temporada.

Teléfono: 923215630
Correo electrónico: munduslibri@ono.com
Facebook: https://www.facebook.com/munduslibri.libreriaanticuaria

viernes, 11 de marzo de 2016

Librería anticuaria y joyería de autor La Nave, Salamanca


Después de la Ruta por los bares de Salamanca, mi intención inicial era escribir un artículo sobre las tres (más una) librerías salmantinas que visité a finales del mes pasado. He decidido, no obstante, dedicar un artículo a cada una de ellas.

Después de disfrutar de las mejores vistas de Salamanca desde las torres de la Clerecía (para quien esté interesado, se pueden visitar gratis todos los martes no festivos, de 10 a 12 horas), dirigí mis pasos hacia un local muy cercano, situado en el número 14 de la calle Compañía.

La Nave es una librería anticuaria y al mismo tiempo joyería de autor. Como su propio nombre indica, consta de un largo pasillo o nave central con libros a un lado y joyas al otro. Fiel a mi costumbre, lo primero que hice fue echar un somero vistazo a las estanterías. Comprobé que los libros están ordenados por temáticas, destacando algunas colecciones por su uniformidad estética. Al fondo, junto al escritorio donde se sitúa el librero, existe una zona reservada a los ejemplares más antiguos e, intuyo, más valiosos.

Hay libros de todo tipo, desde los que ocupan la típica estantería móvil que se coloca junto a la puerta, con ofertas del tipo un libro tres euros, dos libros cinco euros; hasta libros antiguos, raros, difíciles de encontrar; pasando por los libros de bolsillo de toda la vida a buen precio y muchos otros. 

A la izquierda hay varias vitrinas donde se exponen las joyas. Al parecer son obra de uno de los propietarios del negocio y parecen muy interesantes. No puedo entrar a valorarlas porque no entiendo del tema.

Tras un primer repaso a lo que ofrece el local, mantuve una breve charla con el librero, un chico joven que me aclaró la mayor de mis dudas respecto a aquel fascinante lugar: ¿cómo era posible que después de haber estado en Salamanca cuatro o cinco veces y haber pasado muchas más por esa calle, no conociera aquella librería? La respuesta resultó evidente: mi última visita a Salamanca fue hace ocho años y La Nave abrió sus puertas (al menos en esa ubicación, creo que el origen del proyecto es anterior) en 2009.
Le pedí permiso para hacer algunas fotografías y después de un último repaso a los anaqueles decidí comprar un ejemplar de 1971 de Ciudad (1952), del estadounidense Clifford D. Simak. Tengo debilidad por la ciencia ficción, qué le vamos a hacer.

Hice un par de fotos del interior del local, di las gracias al librero (creo que le pregunté su nombre, pero soy el peor para recordar esas cosas) y me despedí de aquella Nave tan especial, no sin antes fotografiar su original entrada.

En pleno centro histórico de Salamanca, a un paso de Casa de las Conchas, universidades, Plaza Mayor y catedrales, la Librería anticuaria y joyería de autor La Nave se integra a la perfección en la zona monumental en la que se encuentra. Arte y Cultura, mezcla de libros y joyas (¿acaso no hay muchos que lo son?) de la mano en un proyecto que aporta un enfoque novedoso, en un local montado con muy buen gusto.


Librería anticuaria y joyería de autor La Nave
Calle Compañía, 14.
C.P. 37002 - Salamanca (España)

Horario de apertura:
De lunes a sábado de 11 a 14'15 y de 17'30 a 21 horas
Domingo de 11 a 15 horas

Teléfono: 923622959
Correo electrónico: lanavelibreria@gmail.com
Facebook: www.facebook.com/lanavelibreriajoyeria

jueves, 3 de marzo de 2016

Ruta por los bares de Salamanca

Salamanca es una ciudad maravillosa. Creo que son cinco o seis veces las que he estado allí y siempre me voy con ganas de volver. Conozco bien sus lugares más turísticos, pero también algunos rincones por los que da gusto pasear y perderse.

En este primer artículo quiero compartir la ruta que hicimos por algunos de los innumerables bares de tapas de la ciudad. En los próximos días llegará el turno de mis queridas librerías salmantinas.

Salamanca es la ciudad con más bares (1360) por habitante (148000) de toda España y si no lo creéis, leed esto. Las dos zonas en las que dividimos nuestra ruta fueron los alrededores de la Plaza Mayor (zona centro) y la calle Van Dyck (zona de estudiantes). Hay que tener en cuenta que nuestra visita fue en lunes y martes; algunos establecimientos cierran uno de esos dos días. El horario de cada uno puede consultarse en internet.

En mi libreta había anotado algunos de los bares que quería visitar. Días antes hice una búsqueda por la red para pulsar la opinión de quienes habían estado allí y apunté sus principales recomendaciones aunque para gustos los colores, como pudimos comprobar después.

Empezando por la zona centro, que comprende la Plaza Mayor y alrededores, estos son los bares que visitamos en esos dos días:
  • Bar Montero. Plaza del Corrillo, 12. Un clásico de la ciudad, fundado en 1890. Llegamos temprano y no había nadie, el lugar estaba algo desangelado. Tomamos un vino y una sopa de cebolla. No nos pusieron tapa con la bebida y no tenían algunas de las que anunciaban en carta. Nos decepcionó un poco, tal vez debido a nuestras expectativas.
  • Casa Paca. Plaza del Peso, 10. Otro clásico del centro de Salamanca (todos están a un paso de la Plaza Mayor). Un establecimiento muy bonito, decorado al estilo clásico y varios expositores en la barra con una gran variedad de tapas. Nuestra elección fue solomillo en salsa y pincho de queso de cabra con membrillo. Había bastante gente, pero logramos hacernos con un hueco en la barra. Nos quedamos con las ganas de pedir más tapas, la mayoría tenían una pinta estupenda, pero queríamos visitar otros bares de la zona.
  • Bar La Viga. Calle del Consuelo, 16. Un bar de los de toda la vida, de los que a mí me gustan. Buenas tapas y buen ambiente. Unas cervezas muy bien acompañadas de tapas variadas: patatas meneás, pincho de tortilla, arroz con chanfaina... Para colmo, mi mujer vio que en una repisa tenían colgada una bufanda del Real Betis Balompié. Nuestra sorpresa fue en aumento cuando comprobamos que, repartidos por todo el establecimiento, había varios objetos con el escudo bético: calendarios, un reloj despertador, un mechero, una taza... No pude evitar preguntar al dueño y me confirmó que él, pese a ser salmantino, era bético. Estuvimos hablando un rato con él y le regalé una pulsera del Betis que llevaba en la mochila. Si llego a saber que iba a encontrar un bar bético en Salamanca le hubiera llevado algo más.
  • Casa Vallejo. Calle San Juan de la Cruz, 3. En nuestra opinión, el mejor bar de la zona centro, al menos de los que visitamos. Por la calidad del vino y de las tapas merece el primer premio. Nada más entrar comprobamos que es un sitio muy popular en Salamanca; había mucha gente, aunque volvimos a tener suerte y nos hicimos con un hueco en una esquina de la barra, donde estuvimos muy a gusto. Pedimos vino de la casa, que resultó ser un Ribera del Duero (Cair cosecha 2013) que nos encantó, acompañado de varias tapas muy bien elaboradas y sabrosas: patata rellena de queso, atún y tomate; pincho de tortilla con bacon; arroz con chanfaina; jeta; alubias; chicha... Estaba todo buenísimo y bien de precio. Sin duda, un sitio al que habrá que volver.
En la calle Van Dyck encontramos un concepto muy distinto al de los bares del centro, pero igualmente válido. Bares más orientados a los estudiantes, con tapas menos elaboradas (con excepciones, como explicaré más adelante) y, por encima de todo, a muy buen precio.
  • Bar Rufo´s. Paseo del Doctor Torres Villarroel, 42 (esquina con calle Van Dyck). Estaba lleno de estudiantes, aunque el local es amplio y hay mucho movimiento de gente entrando y saliendo, por lo que no es complicado encontrar un sitio. Buena cerveza, buenas (y enormes) tapas y muy buen precio. Hamburguesa (se supone que era mini, pero no), cazuelita de pollo Kentucky, pincho Rufo´s con lomo y queso, pincho vegetal (una baguette enorme)... La decoración es moderna y nos llamó la atención la vieira que acompaña al nombre del bar y las múltiples referencias al Camino de Santiago. Un lugar idóneo para pedir un par de cervezas y salir comido de allí.
  • Bar El Minutejo. Calle Van Dyck, 55. Otro típico bar estudiantil. Nada más llegar tienes que coger una hoja y un lápiz y anotar qué vas a pedir. Hay gran variedad de tapas. Tomamos unas cervezas acompañadas de unos montaditos de lomo y queso que más que montaditos eran bocadillos.
  • Don Cochinillo. Calle Van Dyck, 55. Justo al lado del Bar El Minutejo. En nuestra opinión, al menos de los que visitamos, el mejor bar de Van Dyck, con unas tapas más elaboradas que las del resto de bares de la zona y todas riquísimas. Morocha (montadito de cerdo con salsa verde), pincho moruno, champiñón relleno... y la tapa estrella del lugar, sin duda, la que da nombre al establecimiento. Si algún día pasáis por Van Dyck no se os ocurra marcharos de allí sin probar el cochinillo de Don Cochinillo.
Nos quedaron muchos bares por conocer, pero nuestro tiempo era limitado. Ya habíamos estado en Salamanca, pero volvimos a comprobar que hay una gran oferta gastronómica en la ciudad y apta para todos los bolsillos, desde los bares de estudiantes (buenos, bonitos y baratos) hasta establecimientos con tapas más elaboradas y que, en muchos casos, no están nada mal de precio.

Para terminar, quiero recomendar un par de pubs en los que estuvimos y que merecen una visita.
  • Molly Malone Irish Tavern. Calle Doña Gonzala Santana, 7-9 (esquina con calle Varillas). Me encantan los pubs irlandeses, y en Salamanca hay un buen número de ellos. El Molly Malone está situado en una zona muy conocida de bares de Salamanca, junto a la Gran Vía y la calle Varillas. Es un pub irlandés de manual y me sirvieron una de las pintas de Guinness mejor tiradas que he tomado en mucho tiempo. Hay gran variedad de cervezas y es un pub irlandés, por lo que para mí tiene muchos puntos ganados.
  • Las Cavas del Champán. Calle Palominos, 17. Descubrimos este local por casualidad, paseando de camino hacia San Esteban de los Dominicos. Vimos un cartel en el que anunciaban actuación de monologuistas esa misma noche (hay espectáculo de monólogos todos los martes) y es un lugar con muchas posibilidades: cervezas, vinos, copas, pinchos, pizzas y por supuesto (he ahí una de las cosas que le da un toque de originalidad) champán, todo a buen precio. Nosotros fuimos a última hora de la tarde; cuando llegamos estaba bastante animado pero siguió llegando gente hasta que el local se llenó. El monólogo de Ramón Guamá (acompañado de Álvaro Seko y Enrique el Grande) fue muy bueno, con momentos impagables. Una noche muy divertida y todo un descubrimiento el de este local.
Zona centro, calle Van Dyck... Nuestro recorrido por algunos de los bares de Salamanca fue muy fructífero. Hubo tiempo también para visitar algunos de los monumentos que no conocíamos de la ciudad, pasear por sus calles y recorrer algunas de sus librerías. En un próximo artículo escribiré sobre la visita que hicimos a tres (más una) de las librerías salmantinas: La Nave, Mundus Libri y La Galatea, más la tristemente ya desaparecida librería Cervantes.

miércoles, 2 de marzo de 2016

Un viaje muy especial a Salamanca y Las Hurdes

Ya estamos de vuelta de nuestro viaje por Salamanca y la comarca cacereña de Las Hurdes. Atrás quedan unos días inolvidables que nos han permitido conocer una zona muy peculiar de nuestra geografía.

Habíamos estado en Salamanca en varias ocasiones; eso nos ha permitido no tener que andar con prisas por ir de un lado para otro visitando las catedrales, la Universidad, San Esteban, la Casa de las Conchas, la Pontificia, Plaza Mayor y tantos y tantos lugares dignos de conocer allí. Hemos tenido más tiempo para pasear y hacer una visita diferente a las anteriores.

Por supuesto, estuvimos en algunos lugares  como la imprescindible Plaza Mayor, paseo por la zona de los Dominicos, cielo de Salamanca, puente romano sobre el Tormes, cueva de Salamanca, torres de la Clerecía, casa-museo de Miguel de Unamuno... Siempre hay cosas que descubrir o revisitar a orillas del Tormes.
En los próximos días es mi intención publicar una serie de artículos sobre el viaje. Mi objetivo es escribir sobre algunos temas que creo interesantes sobre Salamanca y Las Hurdes. De la ciudad castellano-leonesa, por ejemplo, quiero comentar nuestra ruta por los bares de tapas de la zona centro y por la calle Van Dyck, así como la ruta que hicimos por tres maravillosas librerías de la ciudad: La Nave, Mundus Libri y La Galatea, así como nuestro paso por la tristemente desaparecida librería Cervantes.

En cuanto a Las Hurdes, me gustaría transmitir mis impresiones sobre lo que hemos encontrado en esa legendaria comarca. La leyenda negra se ha cebado con los hurdanos desde hace décadas y quiero contar nuestra reciente experiencia.
Espero poder cumplir con mi objetivo de publicar al menos tres artículos en los próximos días sobre todo esto; para ello me serán de gran ayuda las fotografías realizadas y mi diario de viaje. Mi libreta Moleskine es la que custodia mis recuerdos y la que saca las castañas del fuego a mi limitada memoria.

Baste como aperitivo lo siguiente: Salamanca es una ciudad preciosa, muy viva y con mucho que ofrecer. Sus bares de tapas son por lo general (hay de todo) muy recomendables y sus librerías para quedarse a vivir en ellas. Por otro lado, la comarca de Las Hurdes es sorprendente, muy sorprendente. Espero saber transmitir lo que hemos vivido allí.